Ciudad de México.- En la década de 1980, la televisora pública IMEVISION introdujo en México el primer programa de estilo reality show titulado, “Ciudadano Infraganti”. Con Oscar Cadena como conductor, el programa recorría las calles de la Ciudad de México y otras ciudades del país, capturando en video el comportamiento cívico y social de los ciudadanos. Desde problemas de tránsito y basura en las calles, hasta abusos de autoridades y quejas vecinales, el programa abordaba una amplia gama de situaciones, incluyendo eventos masivos y testimonios de tragedias reales. Esta propuesta anticipaba los programas de opinión y debate de los años noventa, así como los famosos talk shows de la época.
Con el paso del tiempo, Oscar Cadena se unió a Televisa y produjo “Cámara Infraganti”, un programa similar a “Ciudadano Infraganti”, enriquecido con concursos como el show “Sopa de Videos”. Este formato incluía videos caseros de situaciones graciosas, bromas pesadas, acusaciones y entrevistas sobre problemas sociales y vecinales.
UNA NUEVA ERA PARA LA TELEVISIÓN MEXICANA
El concepto de reality show era desconocido en México, hasta que Televisa adquirió la licencia de “Big Brother” de Endemol en 2002. La primera emisión del programa, con participantes desconocidos, fue un rotundo éxito. Le siguieron dos temporadas más con éxito continuo, así como la versión “Big Brother VIP”, que contó con la participación de personalidades públicas.
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TV Azteca lanzó “La Academia” poco después, superando la versión mexicana de “Operación Triunfo” de Televisa. En este programa, 14 jóvenes eran preparados en una escuela de alto rendimiento para convertirse en cantantes profesionales. Ambas propuestas se convirtieron en un fenómeno de reality show con gran aceptación y responsabilidad social, destacando por el éxito de cantantes como Yahir y Yuridia.
En los años siguientes, se realizaron nuevas ediciones de “La Academia”, incluyendo una versión para niños llamada “La Academia Kids”, donde las madres acompañaban a los concursantes. Estos programas marcaron un hito en la televisión mexicana, transformando la forma en que se producen y se consumen los contenidos de telerrealidad en el país.