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Lolita Cortés tuvo una relación con su "hermano" y tuvo 2 hijos

"De niña me fascinaba, de grande, me enloquecía", confesó la actriz y cantante.

CIUDAD DE MÉXICO.- Detrás de la jueza de hierro de "La Academia", Lolita Cortés, se esconde una polémica historia de amor con su "medio hermano" y confesó lo difícil que fue para su familia entender su relación con el padre de sus dos hijos.

La actriz, cantante, bailarina y conductora, se ha caracterizado por tener una amplia y exitosa carrera en el teatro musical, colocándose como una de las intérpretes más destacadas, exigentes y disciplinadas.

Sin embargo, en entrevista con Yordi Rosado, confesó que también es madre de dos hijos producto de su relación con Sergio Romo, su hermanastro.

Sergio Romo es hijo de la fallecida actriz Alma Muriel, quien fuera amante de Ricardo Cortés, padre de Lolita. Tras el divorcio de Ricardo con Dolores Jiménez, madre de Lola, Alma y él realizaron una vida familiar juntos.

Tiempo después, Muriel y Ricardo tuvieron una hija llamada Lisa, por lo que junto a su hermano Sergio Jr, mantenían contacto con Lolita y su hermana Laura. Los criaron como hermanos, pese a que con Sergio no había un lazo sanguíneo.

No obstante, la actriz recordó su infancia junto a sus hermanos y padre, destacando la emoción que le provocaba el hecho de ver a Sergio.

Lolita Cortés comenzó a trabajar como actriz de teatro desde los 8 años, con obras como 'Anita la huerfanita', 'Vaselina' y 'José, el soñador'; para en 1989 participó en la obra musical ¡Qué Plantón!.

Dicho lo anterior, ella tenía 20 años y protagonizaba la obra, y estando de gira en Nuevo León, se reencontró con su "hermano" Sergio, quien desde hacía algunos años radicaba en dicha entidad.

La sobrina de José Alfredo Jiménez impactó al revelar que en ese momento sintió una gran atracción hacia su hermanastro, por ello decidió que no podía dejarlo ir; para acercarse a él le solicitó asilo en su hogar.

Sergio, al verla como su hermana pequeña, accedió a darle techo por el resto de las funciones que ofrecería en la localidad.

Me encuentro a mi hermano en Monterrey, que al final de cuentas no era mi hermano porque es hijo de Alma, era mi hermanastro. Entonces cuando yo lo vuelvo a ver de niña que me fascinaba, de grande, me enloquecía", dijo

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En ese momento, Lola tenía un novio seis años mayor que ella de nombre Juan Carlos. Duraron 3 años y medio, pero ella le llamó por teléfono para terminarlo.

Recordó: "Te voy a ser honesta, dije: 'en siete días yo me voy a portar supermal', y me porté supermal. Jamás pensé que regresando a México, él se iba a regresar conmigo".

Tras el reencuentro, Sergio regresó a vivir a la Ciudad de México, en particular a la casa de la mamá de Lolita; sin embargo, ella no sabía de la relación, ya que el cuarto de la actriz de teatro contaba con un balcón por el que Sergio bajaba todas las mañanas.

Asimismo, al bajar tocaba la puerta de la casa para fingir su llegada, mientras que por las noches se despedía y salía del hogar para subir por el mismo balcón y pasar la noche con Lola.

Lolita y Sergio jamás se casaron, esto debido a que ella no cree en las instituciones, situación que él respetó; no obstante, en múltiples ocasiones le propuso matrimonio, pero ella no aceptó.

La madre de Lolita un día lo vio. "Él se iba a las siete de la mañana por el balcón y lo cachó bajándose, entonces me dijo mi mamá 'oye Dolores, ¿Sergio ya vive con nosotros?', y le dije que sí", recordó.

Ante eso, tuvieron muchos problemas familiares, quienes no aceptaban la relación porque los habían criado como hermanos. Sin embargo, no le importó la opinión de los demás y se adentró a ser feliz con su pareja.

Seguido de ello, Sergio consiguió empleo en una compañía refresquera, situación que lo llevó a mudarse al estado de Puebla, por lo que Lolita viajaba constantemente de la capital a esa entidad. Fue en esa época que la actriz se embarazó.

Tras el nacimiento de ‘Balón’, como Lola se refiere de cariño a su hijo Mariano, la pareja se fue a vivir a Saltillo, lo que significó pausar su carrera profesional, situación que eventualmente llevó a la cantante a la depresión.

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Para 1997 Lolita Cortés protagonizó "La Bella y la Bestia" de Disney en colaboración con Ocesa, el éxito de la obra la llevó a participar también en la nueva versión de "Vaselina" y el "Fantasma de la Ópera", recuperando así su autoestima y mejorando su estado anímico.

No obstante, mientras lo laboral prosperaba, la situación familiar se deterioraba. De acuerdo con Lolita, ambos colocaron como prioridad sus respectivos trabajos, lo que generó un distanciamiento, al grado tal que comenzaron a desconocerse.

Una noche Lolita propuso que Mariano tomara clases de baile, esto debido a que el propio nio había expresado gusto por dicho arte, a lo que Sergio se opuso rotundamente, siendo despectivo con quienes se desenvuelven en ese ambiente.

En otra entrevista previa, la actriz de musicales confesó que sufrió mucho por la pérdida de su gran amor.

Fue muy difícil desprenderme del papá de mis hijos, fueron muchos años de tratar de entender que ya no íbamos a estar juntos.

"La única persona de la que me he enamorado perdidamente, hasta ahora, ha sido del padre de mis hijos. Nunca pude rehacer mi vida, porque siempre estuvo él en mi mente, en mi corazón, siempre. Hasta ahora".

Sobre una reconciliación, "lo intentamos, en dos ocasiones y no se logró, a pesar del amor. Ya no había la comunicación, pese a tanto amor. Y como dice Juan Gabriel, la costumbre es más fuerte que el amor, y yo creo que nos habíamos acostumbrado y habíamos perdido esta parte del amor".

Cortés lo ha entendido: "Yo estaba enamorada del chico del que yo había conocido, no del hombre en el que se había convertido. Y ese hombre, y esta mujer, no tenían compatibilidad. Lo amaré toda la vida, es un gran padre, es un hombre extraordinario".

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